nivel de pH en control
La neutralización es un proceso vital para ajustar el pH de diversas sustancias a un rango neutro, típicamente entre 6.5 y 8.5, asegurando que sean seguras para su uso posterior o descarga. Este proceso implica la adición de agentes ácidos o alcalinos, como ácido sulfúrico o soda cáustica, para corregir los niveles de pH. Una neutralización efectiva previene problemas como corrosión, formación de incrustaciones y daño ambiental.
Lograr una regulación precisa del pH requiere monitoreo en tiempo real y control cuidadoso, especialmente al tratar con sustancias que serán liberadas en sistemas públicos o ambientes naturales. Los sistemas de tuberías termoplásticos desempeñan un papel clave en la mejora de este proceso, ofreciendo superficies suaves, resistentes a la corrosión que reducen la fricción y mejoran la eficiencia y la longevidad del sistema.
El uso de instrumentación de última generación hace que el proceso de neutralización sea confiable, rentable y cumpla con las regulaciones ambientales, optimizando el rendimiento general del sistema.