Líneas de Distribución

Resolver la pérdida de agua o reducir las fugas de gas requiere una estrategia de rehabilitación a largo plazo para la red. Una vez construido, los sistemas de distribución se ajustan continuamente al desarrollo urbano y a nuevos requisitos normativos para el suministro de agua y gas. Los materiales de las tuberías, válvulas reguladoras de presión, accesorios y métodos de construcción también han cambiado con el tiempo. El potencial de modernización a las mejores tecnologías disponibles suele ser bastante significativo.

Además de participar en la planificación de activos, monitorear y desarrollar estrategias a largo plazo para su red, los servicios públicos también pueden utilizar tecnologías avanzadas como sensores y análisis para recopilar datos en tiempo real, lo que apoya las decisiones de mantenimiento y reemplazo. A continuación, las actividades de mantenimiento regular, como limpieza, lubricación e inspección, previenen fallos del equipo y tiempos de inactividad. El mantenimiento proactivo aborda problemas potenciales antes de que se agraven. Y, por último, los servicios públicos invierten en actualizaciones oportunas para mejorar el rendimiento y la vida útil de los componentes.

Ya sea para entregar agua a hogares o suministrar gas para diversos propósitos, mantener una presión constante es esencial. Lograr una presión estable implica utilizar materiales apropiados, dimensionar correctamente las tuberías y colocar estratégicamente dispositivos reguladores de presión. Elegir materiales duraderos (como HDPE para gas o agua) y tuberías correctamente dimensionadas garantiza estabilidad a largo plazo.

La gestión de la presión tiene una amplia gama de beneficios valiosos que incluyen:

• Reducción del estrés sobre los recursos del área, permitiendo un uso más efectivo y eficiente de las fuentes de agua/gas
• Reducción del consumo de energía para la abstracción, tratamiento y distribución mientras se sigue satisfaciendo la misma demanda de suministro de agua
• Un suministro de agua/gas más estable, ya que un rendimiento mejorado proporcionará distribución de presión completa las 24 horas del día, siete días a la semana
• Reducción del consumo excesivo, fugas existentes y estrés mecánico innecesario para conservar recursos preciosos y reducir la huella de carbono de sus redes.

Las empresas de servicios públicos enfrentan desafíos sustanciales cuando se trata de mantener infraestructuras envejecidas. Estos desafíos incluyen una disminución de la fiabilidad, tiempos de inactividad más frecuentes y fallos del equipo. Como consecuencia, siempre hay una necesidad constante de recursos financieros para cubrir el mantenimiento, las actualizaciones y las reparaciones de emergencia durante las averías. Al mismo tiempo, los servicios públicos deben mantenerse alerta ante los cambios en la población, los avances tecnológicos y los requisitos de infraestructura en evolución. Las tendencias y los estándares de la industria están en evolución constante, lo que añade a la complejidad.

Abordar la sostenibilidad de las infraestructuras envejecidas implica un delicado equilibrio entre mantener servicios fiables y minimizar el impacto ambiental. Adoptando prácticas sostenibles, invirtiendo en modernización y considerando factores ecológicos, los servicios públicos pueden navegar efectivamente este desafío.

Al planificar una instalación de red de distribución, considera tecnologías sin zanja:

Las tecnologías sin zanja se refieren a métodos innovadores para instalar y mantener redes de servicios públicos subterráneas con excavación mínima. Estos incluyen la Perforación Direccional Horizontal (HDD), El Revestimiento, y el Corte de Zanja. Debido a sus beneficios, la tecnología está ganando popularidad en las redes de distribución de gas y agua: El tendido sin zanja permite ahorrar costes en comparación con un diseño de zanja abierta. Los ahorros potenciales se generan por la reducción en el tiempo de construcción y la protección de recursos, como superficies, materiales de relleno y espacio de almacenamiento. Los costes indirectos pueden reducirse al evitar efectos adversos en los residentes y la infraestructura. Otra ventaja del tendido sin zanja es la reducción en el polvo, el ruido y las emisiones de CO2 gracias a la menor excavación y menos viajes de transporte. Un tendido seguro es posible mediante el uso de tuberías de PE con propiedades de protección y prueba. Sin embargo, no todos los procesos son adecuados para todos los tipos de base. Además, no todos los tipos de tuberías son adecuados para varios procesos de nueva instalación sin zanja y renovación sin zanja.

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La rentabilidad del polietileno en las redes de distribución surge de su bajo coste de material, facilidad de instalación, resistencia a la corrosión, durabilidad y larga vida útil. Estos factores hacen que el PE sea una opción económica para sistemas de distribución de agua, gas y alcantarillado.

Un ejemplo es el proyecto de renovación en el Reino Unido¹:

Thames Water (una de las empresas de servicios públicos de agua más grandes del Reino Unido) inició un importante proyecto en 2004 renovando viejas líneas de agua potable. Para ello, se compararon los costes totales de una tubería de 5 km en el centro de la ciudad con DN 400 mm (DI = hierro dúctil, GRP = plástico reforzado con fibra de vidrio) y DN 450 mm (PE 100/SDR17) en Londres. En toda Europa, los sistemas de tuberías de PE de hasta DN 250 mm dentro de las redes de distribución indiscutiblemente ofrecen la solución más rentable. La comparación de costes total realizada por Thames Water, sin embargo, muestra que incluso en el rango de tuberías de transmisión >DN 300 mm, el polietileno puede ser la solución más rentable de todos los materiales de tubería posibles dependiendo del proyecto.

¹Borouge Technote. (2013) “Los sistemas de agua PE tienen el coste total más bajo de toda su vida útil”